domingo, 3 de junio de 2012

Reconversión industrial para el desarrollo sostenible: reseña de la charla


 El pasado lunes 28 de Mayo los compañeros de La Cámpora FAUBA organizamos una charla enfocándonos en la importancia de la reconversión de los residuos que derivan de los productos de las industrias en general y particularmente en la cuenca Matanza-Riachuelo, ya que la contaminación de la misma afecta a 3.500.000 de personas que viven allí. 

El Lic. Diego Osuna es especialista en alimentos y en los procesos industriales necesarios para producirlos. Ningún proceso productivo es 100% eficiente, y siempre existe una parte que se pierde como residuos. Su interés en este aspecto hizo que se dedicara a evaluar los procedimientos de forma de aumentar su eficiencia.
La reconversión industrial no se trata solamente del tratamiento de efluentes, sino que se refiere al aumento de la eficacia a lo largo de todo el proceso productivo; es decir, el objetivo no es solamente el tratamiento adecuado de la basura, sino también reducir las cantidades que se producen de la misma.

Saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo
Se deriva de la causa Mendoza. A través del fallo de la Corte Suprema de Justicia se instó a los gobiernos Nacional, Provincial y de la Ciudad de Buenos Aires a sanear la cuenca, asegurando el derecho al ambiente sano, no sólo de las personas que habitan en ella, sino también de la vida acuática.
En la cuenca hay aproximadamente 11000 industrias; el 50% de su contaminación proviene de residuos cloacales, y el otro 50% de efluentes industriales; ninguna de las fábricas de las ciudad de Buenos Aires cuenta con plantas de tratamiento de los mismos.

Cambio de paradigma:
            Anteriormente la contaminación era penada a través de multas y sanciones que no aseguraban que se dejara de producir. Muchas veces a las fábricas les convenía económicamente continuar contaminando y pagar la multa, antes que tratar sus residuos.
            La reconversión industrial promueve que las empresas modifiquen sus formas de producción, para asegurar que dejen de contaminar también en el largo plazo.
Las fábricas, desde que se comprueban que son agentes contaminantes, tienen un plazo de 15-20 días para presentar Planes de Reconversión Industrial (PRI). Luego de la presentación, tienen 60 días para convertir la propuesta en un proyecto con objetivos y métodos para alcanzarlos. Para llevarlos adelante, ACUMAR se encarga de asegurarles líneas de créditos. No hay límites temporales para su ejecución, ya que lo importante es que efectivamente se alcance la reconversión. Se fijan objetivos intermedios, que los inspectores controlan que se vayan alcanzando.
Los PRI son actas de compromiso, que aseguran que en la medida en que no se cumplan los plazos, se pueda actuar por vía judicial.

Plan industrial 2020
            Se pretende que para el año 2020 se haya duplicado la producción industrial, teniendo en cuenta como año base el 2010. La reconversión industrial puede asegurar que dicho crecimiento se realice de forma sustentable y teniendo en cuenta el cuidado del ambiente y el derecho al ambiente sano de la población.





















No hay comentarios:

Publicar un comentario