El pasado lunes 28 de Mayo los compañeros de La Cámpora FAUBA organizamos una charla enfocándonos en la importancia de la reconversión de los residuos que derivan de los productos de las industrias en general y particularmente en la cuenca Matanza-Riachuelo, ya que la contaminación de la misma afecta a 3.500.000 de personas que viven allí.
El Lic. Diego
Osuna es especialista en alimentos y en los procesos industriales necesarios
para producirlos. Ningún proceso productivo es 100% eficiente, y siempre existe
una parte que se pierde como residuos. Su interés en este aspecto hizo que se
dedicara a evaluar los procedimientos de forma de aumentar su eficiencia.
La reconversión
industrial no se trata solamente del tratamiento de efluentes, sino que se
refiere al aumento de la eficacia a lo largo de todo el proceso productivo; es
decir, el objetivo no es solamente el tratamiento adecuado de la basura, sino
también reducir las cantidades que se producen de la misma.
Saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo
Se deriva de la
causa Mendoza. A través del fallo de la Corte Suprema de
Justicia se instó a los gobiernos Nacional, Provincial y de la Ciudad de Buenos Aires a
sanear la cuenca, asegurando el derecho al ambiente sano, no sólo de las
personas que habitan en ella, sino también de la vida acuática.
En la cuenca hay
aproximadamente 11000 industrias; el 50% de su contaminación proviene de
residuos cloacales, y el otro 50% de efluentes industriales; ninguna de las
fábricas de las ciudad de Buenos Aires cuenta con plantas de tratamiento de los
mismos.
Cambio de paradigma:
Anteriormente
la contaminación era penada a través de multas y sanciones que no aseguraban
que se dejara de producir. Muchas veces a las fábricas les convenía
económicamente continuar contaminando y pagar la multa, antes que tratar sus
residuos.
La
reconversión industrial promueve que las empresas modifiquen sus formas de
producción, para asegurar que dejen de contaminar también en el largo plazo.
Las fábricas,
desde que se comprueban que son agentes contaminantes, tienen un plazo de 15-20
días para presentar Planes de Reconversión Industrial (PRI). Luego de la
presentación, tienen 60 días para convertir la propuesta en un proyecto con
objetivos y métodos para alcanzarlos. Para llevarlos adelante, ACUMAR se
encarga de asegurarles líneas de créditos. No hay límites temporales para su
ejecución, ya que lo importante es que efectivamente se alcance la
reconversión. Se fijan objetivos intermedios, que los inspectores controlan que
se vayan alcanzando.
Los PRI son
actas de compromiso, que aseguran que en la medida en que no se cumplan los
plazos, se pueda actuar por vía judicial.
Plan industrial 2020
Se
pretende que para el año 2020 se haya duplicado la producción industrial,
teniendo en cuenta como año base el 2010. La reconversión industrial puede
asegurar que dicho crecimiento se realice de forma sustentable y teniendo en
cuenta el cuidado del ambiente y el derecho al ambiente sano de la población.
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